El partido en el estadio Mestalla de Valencia se jugará apenas cuatro días después que ambos equipos empataron 1-1 por la liga española, un resultado que prácticamente le aseguró al Barcelona su tercera liga consecutiva del campeonato nacional.
Real Madrid puede poner fin a su sequía de tres años sin trofeos mañana en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, el segundo de sus cuatro enfrentamientos en 18 días.
Será el primer duelo en 21 años entre los dos gigantes del fútbol español en una final de la Copa del Rey. En total se han topado cinco veces en una final, con tres victorias para el equipo catalán.
Sus dos siguientes encuentros serán el 27 de abril y el 3 de mayo por las semifinales de la Liga de Campeones.
El técnico merengue José Mourinho desplegó un esquema ultradefensivo en el clásico del sábado que produjo críticas de varios sectores, incluyendo el legendario Alfredo Di Stefano que opinó que el plantel no tuvo “personalidad”. Particularmente pienso que lo que le falla al Sr. Mourinho siguen siendo las formas y no el buscar alternativas al monopolio culé, si la única forma que él piensa que puede vencer al Barcelona es la expuesta el pasado Sábado en el Bernaveu, el resultado le ensalza, ya que no se olviden que hasta el Sábado eran cinco los derbis consecutivos perdidos por los madridistas, otra cosa es que equipos con menos potencial general y mucho menos individual han puesto en apuros a este Barcelona ( FC Copenhague, ida y vuelta, y el Villarreal en Barcelona), intentando presionar, robar arriba y no dejarles todo el campo y el balón.
El timonel del Barsa, Pep Guardiola advirtió que el Madrid generó oportunidades de gol con su táctica de contragolpear y señaló que “eso es lo quiero evitar ahora”. La duda es como, ¿cortara con faltas tácticas, en campo contrario para evitar la velocidad de los Otzil, Di Maria, CR7? o simplemente dejara a Busquets con esas premisas defensivas, cerrando las puertas al contrataque blanco.
Mourinho podría aumentar el volumen ofensivo del Madrid alineando de entrada al creativo Mesut Oezil, quien en el partido anterior arrancó en el banquillo y su puesto fue ocupado por el central Pepe.
“Hemos hablado de lo que nos hicieron y hemos intuido lo que hará”, comentó Guardiola. “Pero no me importa si juega con trivote o con o sin Otzil, ya veremos en cinco minutos”.
“Hemos hablado mucho de lo que hemos hecho bien o no, hemos de pensar en lo que podemos hacer nosotros. Son muy buenos. Miramos que tenemos que hacer para mejorar y para generar más goles”.
La táctica de Mourinho contuvo en gran medida el temible ataque azulgrana de Lionel Messi, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Villa.
“En esta situación (la solución) es mover el balón más rápido, ejecutar más rápido, para que les cueste a los defensas llegar”, señaló Guardiola.
Iker Casillas, capitán del Madrid, sólo necesita la Copa del Rey para completar su vitrina de trofeos con el club.
“Es un trofeo muy importante que el Real Madrid no puede permitirse el lujo de estar 17 años sin conseguir”, comentó Casillas. “Este partido ha sido un punto de inflexión muy bueno para nosotros y para tener mucha más moral”.
El Madrid no gana la copa desde 1993, y disputa su primera final del torneo desde 2004.
Mourinho no contará con el zaguero Raúl Albiol. Guardiola probablemente tendrá en el eje de la defensa al capitán Carles Puyol, quien regresó a los terrenos el sábado después de estar inactivo desde enero.
El Barsa es el máximo ganador de la Copa del Rey con 25 trofeos en las 34 finales que disputó, la última en 2009 cuando le ganó 4-1 al Athletic de Bilbao en el mismo escenario que el partido del miércoles.
José Manuel Pinto reemplazará a Víctor Valdés en el arco del Barcelona, al igual que ha hecho en todos los partidos por la Copa esta temporada.
Las filosofías tan distantes de Mourinho y Guardiola estarán nuevamente sobre el tapete: el entrenador del Barsa predica la posesión de balón y la presión constante, mientras que el técnico merengue prefiere apostar a los contragolpes con la velocidad de Cristiano Ronaldo y Angel di María.
“Ellos tenían muy claro lo que querían, aprovechar las contras. Es muy respetable esa forma de jugar”, expresó Puyol. “Sabemos que muchos equipos nos juegan a la contra.
Una final siempre es bonita y no tiene nada que ver con el partido anterior o la trayectoria. Será una final muy intensa, con dos de los mejores equipos del mundo y será bonita”.